Se ha demostrado que el amianto es un material perjudicial para la salud, pudiendo llegar a causar graves enfermedades. Fue por este motivo por el cual se prohibió su comercialización el año 2002 en España. Un año antes ya se había prohibido su fabricación, permitiendo vender solo el que ya estaba fabricado.
Hoy en día, casi veinte años después, la retirada de este material continúa siendo un asunto a tratar, puesto que todavía es común que haya restos de amianto en diferentes construcciones. Por este motivo, la pregunta más habitual es si un particular puede retirar amianto.
A pesar de que desde el 2002 no se comercializa, todavía hay muchos edificios, casas o naves compuestos de esta fibra tóxica, puesto que el ciclo de vida útil del amianto gira en torno los 30 y los 50 años. Por este motivo, es usual que se tenga que retirar amianto en cañerías, tejas, depósitos de agua u otras construcciones.
Existe la creencia de que los elementos de fibrocemento solo afectan la salud si se rompen, pero la realidad es que la exposición constante también tiene consecuencias para la salud humana, puesto que este material se ve afectado con las inclemencias climáticas y el paso de los años lo deteriora notablemente.
La principal vía de entrada de las fibras de amianto son las vías respiratorias, ya que al permanecer en suspensión en el aire es fácil inhalarlas. Esta peligrosidad para la salud exige una gran precaución en el momento de la retirada.
Ante la cuestión formulada anteriormente, es necesario remarcar que un particular no puede retirar amianto. Los particulares no tienen autorización al tener que ser manipulado únicamente por empresas registradas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo por Amianto) y por operarios especializados.
En primer lugar, para el servicio de desamiantado es necesario realizar un estudio previo en el que poder identificar los materiales y construcciones que contienen este elemento y, a partir de aquí, elaborar un plan de ejecución, el cual se tiene que llevar a cabo con las condiciones de seguridad adecuadas.
De este modo, la extracción, manipulación y transporte lo tiene que realizar siempre un equipo técnico completo y especializado en manipulación de residuos peligrosos que disponga de los recursos necesarios y pueda garantizar el 100% de la eliminación del amianto.
Además, los restos de amianto no se pueden depositar en los sacos de recogida de escombros, sino que, al ser considerados como residuos de clasificación peligrosa, tienen que clasificarse separadamente con embalaje y etiquetado. La acumulación de residuos con amianto supone un peligro para la salud, por este motivo, no debe realizarse de forma particular y sin las medidas adecuadas.